El Tribunal Constitucional de Tailandia espera emitir fallos en septiembre en dos casos políticos de alto perfil que podrían decidir el destino de la Primera Ministra Srettha Thavisin y el opositor Partido Move Forward (MFP), dijo ayer el presidente del tribunal.
En declaraciones a los periodistas, Nakharin Mektrairat dijo que los jueces examinarán las pruebas presentadas por los implicados en los casos y emitirán veredictos en septiembre. Como informó el Bangkok Post, Nakharin aseguró que «los casos serán deliberados minuciosamente y que cada juez de los casos tendrá la libertad de tomar sus propias decisiones».
Ambos casos tienen el potencial de desestabilizar el panorama político de Tailandia. El primer caso se refiere a una petición de senadores designados por los militares que alegan que el nombramiento de Pichit Chuenban, un abogado con una condena previa por soborno, para su gabinete por parte del Primer Ministro Srettha violaba la Constitución. Si bien Pichit renunció desde entonces, el caso podría conducir potencialmente a la destitución de Srettha, provocando una vez más la confusión en la política tailandesa.
El segundo caso se refiere a una denuncia de la Comisión Electoral que pide la disolución del MFP, actualmente el partido más grande en el parlamento tailandés. Los denunciantes dicen que la promesa electoral del MFP de cambiar la ley de lesa majestad de Tailandia, que criminaliza cualquier crítica a la monarquía y la familia real, está más allá de los límites del discurso aceptable.
Las consecuencias del proceso contra el MFP podrían ser igualmente trascendentales. Si el Tribunal Constitucional decide disolver el tribunal -y el tribunal ya ha dictaminado que la promesa del partido de practicar lesa majestad equivalía a un intento de derrocar la monarquía constitucional de Tailandia- habría un riesgo de malestar político significativo.
En las elecciones parlamentarias del año pasado, el MFP obtuvo más escaños que cualquier otro partido. Su programa progresista incluía promesas de romper los monopolios corporativos y abolir el servicio militar obligatorio. Posteriormente, el Senado designado por los militares impidió al partido formar gobierno, en gran parte debido a su promesa de reformar lesa majestad. La popularidad del partido no ha hecho más que aumentar desde entonces y, según una encuesta publicada a principios de esta semana, ahora es, con cierto margen, el partido político más popular del país.
Un posible precedente es la disolución de Future Forward, el predecesor del MFP, por el Tribunal Constitucional en febrero de 2020. Esto llevó al surgimiento de un movimiento de protesta juvenil en 2020 y 2021 que fue mucho más lejos que cualquier otro anterior en su diagnóstico de los problemas políticos de Tailandia. , y con ello la institución hasta ahora indiscutida de la monarquía tailandesa. La disolución del MFP, mucho más popular, probablemente reabriría las profundas divisiones en la política tailandesa.
Se espera que el Tribunal Constitucional celebre audiencias en ambos casos esta semana: mañana en el caso MFP y el 10 de julio en el caso del Primer Ministro. Mientras los casos sigan sin resolverse, la incertidumbre política resultante obstaculizará la recuperación de la economía de Tailandia, que ha estado estancada desde el fin de la pandemia de COVID-19.
La dificultad para Tailandia es que la resolución de cualquiera de los casos -si el tribunal falla a favor de los demandantes- podría aumentar aún más la sensación de incertidumbre.