La ayuda militar estadounidense y el entrenamiento de las fuerzas ucranianas podrían verse interrumpidos en caso de un cierre del gobierno en Estados Unidos, advirtió el martes un portavoz del Pentágono.
El Pentágono aún tendría acceso a equipos de sus propias reservas en caso de un cierre, que es de donde proviene la mayor parte del equipo enviado a Ucrania, porque al departamento todavía le quedan miles de millones de dólares en fondos en la Autoridad de Retiro Presidencial.
Pero la entrega de ese equipo, así como el entrenamiento actual de las fuerzas ucranianas por parte de Estados Unidos, «podría verse afectado por las licencias de personal y la suspensión de todas las actividades del Departamento de Defensa» que no se consideran esenciales para la seguridad nacional de Estados Unidos en caso de un cierre, dijo el Pentágono, dijo el portavoz Chris Sherwood.
Cualquier impacto en el apoyo estadounidense se produciría en un momento delicado del conflicto con las fuerzas ucranianas en medio de una contraofensiva crítica contra Rusia.
Politico fue el primero en informar sobre los comentarios de Sherwood.
Un posible cierre también podría afectar la entrega y ejecución de la ayuda proporcionada en el marco de otro programa, la llamada Iniciativa de Asistencia a la Seguridad de Ucrania, que incluye la producción de equipos clave, como los tanques Abrams, y programas de entrenamiento, como el de pilotos de F-16, financiados.
Estados Unidos comenzará a entregar 31 tanques M1 Abrams a Ucrania en las próximas semanas y espera comenzar a ofrecer capacitación lingüística relacionada con el F-16 a los pilotos ucranianos «pronto», dijo el lunes el portavoz del Pentágono, mayor Charlie Dietz.
“El trabajo o entrega de cualquier equipo financiado bajo notificaciones anteriores de USAI, tales como: «Algunas actividades, como el entrenamiento de pilotos de F-16, continuarían, pero la ejecución podría verse afectada por las licencias y la suspensión de actividades no exentas por parte del Departamento de Defensa», dijo Sherwood.
Respecto al posible cierre: El gobierno de Estados Unidos parece encaminarse hacia un estancamiento, ya que los legisladores demócratas y republicanos han reconocido que no habrá tiempo suficiente para aprobar los 12 proyectos de ley presupuestarios en ambas cámaras antes de la fecha límite del 30 de septiembre.
En cambio, la Cámara y el Senado tendrán que encontrar una solución a corto plazo que les dé más tiempo para negociar, pero no está claro si tendrán éxito.