El autor es Primer Ministro de Japón.
Cuando visité Ucrania en marzo y me reuní con el presidente Zelensky, le expresé mi compromiso de mantener la unidad inquebrantable del G7 para imponer duras sanciones a Rusia y nuestro firme apoyo a su país. Por invitación mía, participará en los debates de la cumbre del G7 en Hiroshima este fin de semana.
Japón ha prometido 7.600 millones de dólares en ayuda a Ucrania. Algunas personas pueden preguntarse por qué un país geográficamente distante está tan comprometido. Porque la agresión de Rusia contra Ucrania no es solo una cuestión de seguridad europea, sino también un desafío al orden internacional libre y abierto basado en el estado de derecho. La Ucrania de hoy podría ser el este de Asia del mañana. Estamos decididos a defender el estado de derecho y rechazar firmemente la tiranía.
El mundo de hoy enfrenta una serie de crisis complejas, incluido el cambio climático, la pandemia y las crisis geopolíticas. En la cumbre del G7, mis homólogos y yo discutiremos situaciones regionales como Ucrania y el Indo-Pacífico, incluido el Este de Asia, particularmente China y Corea del Norte. También discutiremos la economía mundial, incluida la seguridad alimentaria y energética; resiliencia económica y seguridad económica; desarme nuclear y no proliferación; tecnologías digitales; y temas globales como el cambio climático, la salud y el desarrollo.
Como titular de la presidencia del G7, Japón quiere asumir un papel de liderazgo para hacer frente a estas múltiples crisis. Si bien los intereses de los miembros individuales pueden diferir al abordar estos desafíos, el G7 está decidido a responder como uno solo a cualquier desafío al orden internacional existente, basado en el estado de derecho del que dependemos, dondequiera que surja. Esta determinación inquebrantable es el mensaje principal de esta cumbre del G7 en Hiroshima.
En el futuro, se espera que la región del Indo-Pacífico sea el centro de gravedad de la comunidad internacional, prometiendo el crecimiento económico y la innovación más dinámicos. Sin embargo, también enfrenta nuevos desafíos que afectan a la comunidad internacional en su conjunto, incluidos los intentos unilaterales de cambiar el statu quo a través de la violencia, las prácticas no comerciales y la coerción económica, y cómo el crecimiento económico puede ser compatible con el cambio climático.
En marzo de este año, el Reino Unido anunció la actualización integrada de sus políticas de seguridad, defensa, desarrollo y exterior, y sus negociaciones de adhesión al Acuerdo de Asociación Transpacífico Integral y Progresista llegaron a una conclusión sustancial. Al demostrar su compromiso con la región del Indo-Pacífico, el Reino Unido demuestra que reconoce plenamente que la paz y la prosperidad allí son de su propio interés. Este compromiso continuo en esta región es estratégica y geopolíticamente inteligente. Es alentador que el Reino Unido mire décadas adelante e invierta desde una perspectiva a largo plazo.
No se trata solo de asegurar intereses económicos como el comercio o asegurar las cadenas de suministro de semiconductores y recursos críticos. La cooperación internacional en temas globales que apoya los intereses nacionales del Reino Unido y Europa en su conjunto requiere esfuerzos que van más allá de las fronteras regionales.
Al mismo tiempo, enfrentar los desafíos que enfrenta el mundo actual requiere los esfuerzos de toda la comunidad internacional, incluido el llamado Sur Global. Como G7, queremos aumentar nuestro alcance. Por eso visité recientemente Egipto, Ghana, Kenia y Mozambique e invité a Australia, Brasil, las Comoras, las Islas Cook, India, Indonesia, la República de Corea y Vietnam a las conversaciones de la Cumbre de Hiroshima.
Ya sea la situación en Ucrania o el cambio climático, es importante dejar que el llamado Sur global decida voluntariamente, en lugar de por la fuerza, profundizar la cooperación con el G7 si queremos ganar la cooperación con toda la comunidad internacional. La clave es que la comunidad internacional, incluido el G7, responda con determinación y unidad a situaciones como la de Ucrania, dondequiera que ocurran. Además, también es importante que el G7 muestre solidaridad con los países vulnerables y los ayude a sobrellevar sus cargas.
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Desde esta perspectiva, presenté un nuevo plan para un Indo-Pacífico libre y abierto durante mi visita a la India en marzo. Anuncié mi apoyo al crecimiento y la resiliencia económica de los países del Indo-Pacífico mediante el establecimiento de un orden económico libre y justo, fortaleciendo la conectividad, incluso mediante el desarrollo de infraestructura, y asegurando la paz y la estabilidad en el mar. A través del diálogo con otros países, esperamos llevar a la comunidad internacional lejos de la fragmentación y hacia la cooperación.
La cumbre del G7, que tendrá lugar en Hiroshima, es de especial importancia. Desde que se lanzaron las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki, la humanidad no ha usado armas nucleares durante 77 años. Nunca debemos descuidar este logro histórico.
Las armas nucleares nunca deben volver a usarse, y la retórica nuclear irresponsable, incluidas las amenazas de armas nucleares fabricadas en Rusia, nunca es aceptable. No hay mejor lugar que Hiroshima para transmitir el mensaje de un «mundo sin armas nucleares». Espero profundizar las discusiones con los líderes del G7 para alentar esfuerzos realistas y prácticos en este sentido.
Es crucial que el G7 tome la iniciativa mientras el mundo enfrenta una serie de crisis complejas. Japón está decidido a brindar liderazgo durante su presidencia del G7 y la cooperación de todos los miembros del G7 es esencial.