El presidente indonesio, Prabowo Subianto, finalizó ayer su visita a China, la primera desde que asumió el cargo el mes pasado, señalando su intención de mantener buenas relaciones con Beijing para apoyar su agenda económica interna. Durante el viaje del 8 al 10 de noviembre, Prabowo se reunió con altos funcionarios, entre ellos el presidente Xi Jinping, el primer ministro Li Qiang y Zhao Leji, presidente del Congreso Nacional del Pueblo.
Durante la visita, ambas partes firmaron una serie de acuerdos por valor de unos 10.000 millones de dólares centrados en infraestructura, energía verde, tecnología digital y agricultura. En una declaración conjunta tras la reunión de líderes, los países acordaron aumentar la cooperación en sectores como los vehículos de nueva energía, las baterías de litio, la energía fotovoltaica y la economía digital, informó Reuters.
Un aspecto particularmente importante de la visita fue el énfasis en la transición energética global. Un acuerdo se centró en establecer una Asociación de Recursos Minerales Verdes para apoyar las respectivas transiciones de los dos países hacia la energía renovable. Estos proyectos están en línea con el objetivo más amplio de Prabowo de ampliar la capacidad de energía renovable de Indonesia. La asociación también incluye invitar a invertir en parques industriales administrados por chinos en Indonesia, particularmente en el Parque Industrial de Kalimantan del Norte, lo que sugiere que China podría desempeñar un papel importante en el desarrollo de la nueva capital, Nusantara.
Uno de los aspectos más intrigantes de la visita de Prabowo fue el apoyo de China a la iniciativa de su gobierno de proporcionar comidas nutritivas y gratuitas a los pobres de Indonesia, una piedra angular de su agenda más amplia de bienestar social. China prometió proporcionar cantidades no especificadas de apoyo financiero para el programa. Durante la visita, Prabowo dijo que esperaba aprender de la experiencia de alivio de la pobreza de China: «Queremos aprender de ella [the] experiencia china, [particularly] cómo se ha desarrollado muy rápidamente en los últimos 30 años, especialmente en el alivio de la pobreza a la gente”, dijo Prabowo en su reunión con Li Qiang.
Aún así, la visita parece descuidar varios temas que se han convertido en una preocupación en las actividades económicas chinas en Indonesia. Una de las cuestiones más apremiantes es el impacto ambiental y social de las inversiones respaldadas por China. Por ejemplo, los principales proyectos mineros financiados por China, como la extracción de níquel en Sulawesi, están vinculados a la deforestación, la contaminación del agua y el desplazamiento de comunidades locales.
Además de las cuestiones medioambientales, también existen preocupaciones sobre el impacto social de las inversiones chinas en Indonesia. Varios proyectos financiados por China han sido criticados por las malas condiciones laborales, con los trabajadores sujetos a salarios bajos, protecciones mínimas y entornos laborales de explotación. Además, las comunidades locales a menudo han sido marginadas en favor de trabajadores extranjeros, particularmente en puestos calificados.
Sin embargo, las reuniones no discutieron cómo los dos países deben lograr un cuidadoso equilibrio entre actividades económicas y prácticas sostenibles. Ambos deben garantizar que las inversiones chinas estén alineadas con los objetivos ambientales y sociales a largo plazo de Indonesia y que los beneficios económicos de estos proyectos lleguen a las comunidades locales.
Otro aspecto importante de la visita es un memorando de entendimiento (MOU) para el desarrollo conjunto en las aguas en disputa en el Mar de China Meridional, particularmente alrededor de las Islas Natuna. El acuerdo incluye cooperación en pesca y exploración de petróleo y gas en áreas alrededor de las islas Natuna, donde la reclamación de la «línea de nueve trazos» de China se superpone con la zona económica exclusiva de Indonesia. Si bien esta cooperación puede traer beneficios económicos, algunos observadores dicen que corre el riesgo de validar implícitamente los reclamos territoriales de China en el Mar Meridional de China, que fueron rechazados por un tribunal de arbitraje en La Haya en 2016.
El reconocimiento de facto de los reclamos de China podría socavar la soberanía de Indonesia y potencialmente complicar sus relaciones con otros estados reclamantes del sudeste asiático, así como con Estados Unidos y sus aliados.
Si bien los detalles completos del acuerdo siguen sin estar claros (el Ministerio de Asuntos Exteriores de Indonesia ha emitido una declaración aclarando que el acuerdo no constituye un reconocimiento de las reclamaciones marítimas de China), la forma en que Indonesia maneje sus relaciones con China en el Mar Meridional de China será una prueba crucial de El acto de equilibrio diplomático de Prabowo. Indonesia ha disfrutado durante mucho tiempo de estrechos vínculos tanto con Estados Unidos como con China, y Prabowo está ansioso por mantener ese equilibrio, como lo demuestra el hecho de que siguió a su visita a Beijing una visita a Washington para reunirse con el presidente Joe Biden.
La posición de Indonesia como actor importante en el Indo-Pacífico le brinda la oportunidad de equilibrar los intereses en competencia de Estados Unidos y China. Prabowo ha subrayado la importancia de la centralidad de la ASEAN en los asuntos regionales y reiteró el compromiso de Indonesia con la neutralidad en las disputas del Mar Meridional de China.
La decisión de Prabowo de hacer de China el destino de su primer viaje al extranjero como presidente indica su compromiso continuo con la profundización de las relaciones chino-indonesias. Sin embargo, esto presenta una serie de riesgos que deben gestionarse con cuidado. Estos riesgos incluyen una posible dependencia excesiva de la inversión china, desafíos ambientales y sociales y la necesidad de mantener la soberanía de Indonesia frente a las decisivas acciones regionales de China, particularmente en el Mar de China Meridional.