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China ha prohibido la exportación de tecnologías de procesamiento de tierras raras. Es la última señal de que el gobierno del presidente Xi Jinping está rechazando las restricciones encabezadas por Estados Unidos a la venta de chips informáticos avanzados a empresas chinas.
Los nuevos controles corren el riesgo de aumentar aún más las tensiones geopolíticas entre China y Estados Unidos y sus aliados por el control de las cadenas globales de suministro de recursos y tecnología. Para muchos en Occidente, también pondrán de relieve el dominio de China sobre grandes extensiones de los recursos vitales del mundo.
China controla la mayor parte de la cadena de suministro de tierras raras, materiales clave para energía limpia y productos de defensa.
El Ministerio de Comercio de Beijing dijo el jueves que prohibirá la exportación de tecnologías utilizadas en la extracción y separación de tierras raras y algunos imanes de tierras raras. No hubo una explicación inmediata para la medida.
La prohibición se produce después de que los funcionarios chinos comenzaran este año a exigir permisos de exportación adicionales para galio, germanio y grafito, materiales cuyo suministro está controlado en gran medida por Beijing y que son cruciales para la fabricación de tecnología.
En los últimos meses, los funcionarios chinos han destacado la seguridad nacional como una razón clave para los controles. Pero muchos expertos los ven como evidencia de que Beijing está utilizando su dominio sobre las cadenas globales de suministro de tecnologías limpias para contrarrestar las restricciones comerciales ampliadas por la administración del presidente estadounidense Joe Biden.
Bajo Biden, los controles de Washington se han ampliado, desde vender tecnología de chips de vanguardia a China hasta bloquear cada vez más a los fabricantes chinos de baterías y vehículos eléctricos para que no accedan a generosos subsidios del gobierno estadounidense.
Según la Agencia Internacional de Energía, China representa alrededor del 60 por ciento de la producción minera mundial de tierras raras, pero casi el 90 por ciento del procesamiento y refinación.
Los responsables políticos de Washington y Bruselas llevan mucho tiempo preocupados por la excesiva dependencia de China en materia de tierras raras y muchos otros materiales y recursos utilizados en tecnologías limpias.
Con un fuerte apoyo gubernamental, la producción no china de óxidos de tierras raras aumentó casi cuatro veces a 90.000 toneladas en los siete años hasta 2022, según datos de Estados Unidos. Pero China ha afirmado su dominio, duplicando su propia producción a 200.000 toneladas.
La AIE también predijo que la demanda global se multiplicará por siete en las dos décadas hasta 2040, respaldada por la transición global de la producción y el transporte de energía con uso intensivo de carbono a una generación de energía más limpia y vehículos eléctricos.
La agencia descubrió que los países normalmente tardaban más de 15 años en desarrollar proyectos mineros desde el descubrimiento hasta la producción inicial, lo que genera dudas sobre la rapidez con la que Occidente podría diversificarse de los suministros minerales críticos de China para resolverlos.
Información adicional de Nian Liu en Beijing