La marcha de Indonesia hacia el club de élite de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) está ganando impulso. Los esfuerzos de adhesión del país entraron recientemente en una nueva fase después de que el presidente nombrara el mes pasado un equipo nacional para acelerar el proceso y este mes presentara la hoja de ruta de adhesión de Indonesia a la OCDE.
¿Por qué es importante para Indonesia ser miembro de la OCDE? En primer lugar, Indonesia alineará sus políticas con las mejores prácticas de otros países miembros, incluidas leyes y marcos gubernamentales de alta calidad. Esto se complementaría con diversas formas de cooperación técnica, como los Programas de Trabajo Conjuntos (JWP) de la Organización, que se centran en implementar reformas nacionales integrales y apoyar el Plan Nacional de Desarrollo a Mediano Plazo de Indonesia 2020-2025.
En segundo lugar, la membresía en la OCDE podría potencialmente aumentar el crecimiento económico anual de Indonesia y ayudar al país a escapar de la trampa del ingreso medio. Las reformas necesarias para la adhesión podrían desbloquear el potencial económico no explotado de Indonesia y atraer una ola de nuevas inversiones. Si bien unirse a la OCDE no garantiza una avalancha inmediata de inversión extranjera directa, unirse a este club de élite puede potencialmente aumentar la confianza de los inversores. Si se maneja estratégicamente, la membresía podría reducir el riesgo de que Indonesia “flote en el medio”.
En tercer lugar, si Indonesia se une a la OCDE, sería sólo el tercer país asiático en recibir este codiciado estatus, junto con Japón y Corea del Sur. La membresía fortalecería la posición de Indonesia en la región, pero también podría impulsar el crecimiento económico en toda la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN) al alentar una adopción más amplia de las mejores prácticas de la OCDE. Tal desarrollo podría inspirar a otros países de la ASEAN, como Tailandia y Malasia, a considerar unirse al club o participar en sus iniciativas. La membresía también sería mutuamente beneficiosa para la OCDE, fortaleciendo su relevancia, influencia e inclusión globales.
Sin embargo, los requisitos para ser miembro de la OCDE son estrictos y exigen que Indonesia vaya más allá de simplemente adoptar valores fundamentales como la democracia, los derechos humanos y los mercados abiertos y transparentes. El proceso de adhesión también requiere reformas técnicas y estructurales integrales en varias áreas de políticas, de las cuales se destacan tres: reforma climática, digitalización de las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYMES) y esfuerzos anticorrupción. En cada uno de estos tres sectores, el progreso ha sido relativamente lento.
El Climate Action Tracker rebajó recientemente la calificación climática de Indonesia de «extremadamente inadecuada» a «críticamente inadecuada», lo que indica que los esfuerzos actuales están muy por debajo de los objetivos climáticos del país. En el sector de la digitalización, las mipymes de Indonesia están rezagadas en la transformación digital, y solo el 33 por ciento adopta tecnologías digitales, lo que sugiere que se necesitan esfuerzos acelerados para impulsar el crecimiento y mejorar la competitividad. Mientras tanto, es necesario mejorar las medidas anticorrupción para abordar la baja clasificación de Indonesia en el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparencia Internacional. Las reformas en cada una de estas áreas son críticas, pero implementar reformas integrales y colectivas en los tres sectores debería ser una prioridad, ya que han sido identificados como áreas clave de la agenda de desarrollo de Indonesia.
En cuanto al primer tema, el clima, Indonesia debe priorizar la protección ambiental y garantizar que sus objetivos climáticos estén respaldados por políticas públicas efectivas. Esto significa revertir y detener la pérdida de biodiversidad y la deforestación, alentar la búsqueda de reducciones máximas de emisiones a través de inversiones públicas y privadas, y aprender de países con evaluaciones ambientales ejemplares que podrían brindar un valioso apoyo técnico y financiero. Estas iniciativas deberían ser fundamentales para lograr los objetivos de reducción para 2030 establecidos en el Acuerdo Climático de París.
Paralelamente, Indonesia podría mejorar la coordinación entre ministerios y agencias que se ocupan de cuestiones climáticas. Las medidas que Indonesia podría tomar incluyen la creación de un organismo autónomo para gestionar los asuntos climáticos, la creación de un mapa integral de crecimiento verde y la revisión de los incentivos fiscales para el sector energético. Estas iniciativas son fundamentales para que Indonesia cumpla su compromiso en virtud del Acuerdo de París, que apunta a reducir las emisiones en un 31,8 por ciento de las operaciones normales para 2030, o en un 43 por ciento con el apoyo de la comunidad internacional.
La segunda área crítica para Indonesia es acelerar la digitalización para posicionar a Indonesia como líder en la adopción de nuevas tecnologías. Un aspecto clave de esta estrategia es integrar a las MIPYMES en las cadenas de valor globales para impulsar la inversión, la innovación y la creación de empleo, garantizando al mismo tiempo que las prácticas comerciales y de inversión del país respeten los principios de mercados abiertos, competitivos y transparentes. Este enfoque es crucial ahora que Indonesia comienza a disfrutar de su “bono” demográfico a medida que su gran población joven amplía su fuerza laboral.
Para facilitar esta transformación digital, las partes interesadas deben superar obstáculos regulatorios, como el complejo proceso de aprobación de empresas del país, simplificar las regulaciones, especialmente para los miembros de la OCDE y los inversores potenciales, y crear un entorno de apoyo para las MIPYMES indonesias. El sector de las MIPYME representó alrededor del 61 por ciento del PIB de Indonesia en 2023 y registró una tasa de absorción de mano de obra de casi el 97 por ciento. Además, con el acuerdo sobre el Acuerdo Marco de Economía Digital de la ASEAN (DEFA), Indonesia puede beneficiarse del aumento esperado del crecimiento económico digital. El objetivo principal es fortalecer la cooperación transfronteriza y promover el comercio fluido en la economía digital en la ASEAN. Para 2030, la economía digital de Indonesia podría representar casi un tercio de los 2 billones de dólares previstos para la economía digital de la ASEAN.
La tercera prioridad para Indonesia es fortalecer los esfuerzos anticorrupción mejorando los controles y auditorías internos y complementando el trabajo de la Comisión Anticorrupción de Indonesia, particularmente en sectores de alto riesgo como infraestructura, recursos naturales y adquisiciones, mejorando la capacidad de los recursos humanos y el proceso de digitalización del servicio público, que ya está en marcha. Para complementar los esfuerzos del gobierno, se debe alentar al público a participar en los esfuerzos anticorrupción para crear un nivel de transparencia y control social.
En términos más generales, será fundamental que Indonesia establezca un marco legal e institucional eficaz para combatir las prácticas corruptas, incluido el soborno transfronterizo, la búsqueda de la recuperación de activos reales y la responsabilidad corporativa por estos delitos. Como parte de los países del G-20, también se espera que Indonesia se una a la Convención Anticorrupción de la OCDE, lo que enviará una fuerte señal a otros miembros e inversores internacionales y fortalecerá el compromiso del país con la gobernanza abierta. El éxito de estos esfuerzos creará un clima empresarial positivo y superará los posibles efectos nocivos de la corrupción, que socava todo el potencial económico del país, socava la confianza en los mercados y las instituciones, aumenta el costo de hacer negocios y socava la eficiencia del gobierno.
El camino hacia la membresía en la OCDE es largo, y si los esfuerzos de reforma de Indonesia son lentos e inconsistentes, podría haber retrasos en el proceso de adhesión. A pesar de los obstáculos que quedan por delante, el país ya ha logrado avances notables en la adopción de los principios de la OCDE, la adopción de instrumentos legales y la participación activa con los órganos centrales de la organización. Pero el premio merece la pena; El apoyo de las economías avanzadas del mundo podría ayudar a asegurar la prosperidad futura de Indonesia y consolidar su posición negociadora global.