¿Estás criando a un niño muy mimado?
El primer paso es reconocer las señales de un niño malcriado. Estas son las banderas rojas más comunes:
- No aceptes un «no» por respuesta: Su hijo espera hacer las cosas a su manera, y por lo general lo hace. De hecho, son ellos los que siguen diciendo Tú «NO.»
- Más recibir que dar: Los niños mimados no aprecian lo que haces por ellos. En lugar de decir «por favor» y «gracias», su palabra preferida es «dame».
- Exige las cosas cuanto antes: No cree que otras personas puedan molestarse por sus solicitudes y espera que deje de lado sus prioridades y se ocupe de ellas.
- Piensa solo en ti: Se sienten con derecho y esperan favores especiales. Cuando otro niño de la clase recibe una calcomanía de MVP, se enoja y dice: «¡Merezco más!»
- Nunca satisfecho con lo que tienen: Están acostumbrados a tener todos los juguetes del mundo, pero nunca es suficiente. Siempre quieren más, más, más.
Consejos para padres: enséñele a su hijo a ser más considerado y afectuoso
Como las actitudes malcriadas se aprenden, se pueden desaprender. Simplemente no espere que su hijo aprecie su nuevo estilo de crianza. Es probable que te resistas al principio, así que tómate las cosas con calma y no te rindas:
1. Di «No» sin sentirte culpable.
Los padres a menudo creen que decir «no» baja la autoestima, pero La investigación muestra que los niños que crecen con estructura son menos promiscuos Los padres tienen una mayor autoestima y sienten más empatía hacia los demás.
Si dice que no, dé una breve razón para que entiendan por qué: “La tarea es antes que la hora de jugar. Así puedes divertirte con tranquilidad” o “No hay tiempo de juego hoy porque tienes tos y puedes ser contagioso. No queremos que tus amigos se enfermen».
2. Elogie las cosas correctas.
Si su hijo es adicto a los elogios, trate de elogiarlo cuando haga algo por otra persona o con ella.
Por ejemplo: “Tú y tu compañero de clase hicieron un gran trabajo en este proyecto de la feria de ciencias” o “Regalar tu viejo juego de Lego de la carretera de juguete fue muy considerado. Amo tu amable corazón”.
Esto subraya la importancia del cuidado. Así que no te apresures a preguntar: «¿Qué obtuviste en el examen de ortografía?» En su lugar, pregunta: «Cuéntame algo bueno que hayas hecho por alguien hoy».
3. Aumenta la gratitud.
Practicar la gratitud ayuda a los niños a sentirse más felices, manejar mejor la adversidad y aumentar su satisfacción con la vida.
Realice rituales regulares de gratitud con sus hijos. Los niños más pequeños pueden dibujar cosas por las que están agradecidos y los niños mayores pueden escribir su agradecimiento en un diario.
También pueden turnarse en la cena para compartir su aprecio o mantener juntos un diario de gratitud familiar para que todos puedan escribir.
4. Estire usted espera.
Las investigaciones muestran que la capacidad de pausar, esperar y procrastinar está altamente relacionada con el futuro éxito académico y financiero.
- Si está hablando por teléfono y su hijo quiere su atención, señale «¡Más tarde!»
- Si su hija quiere el suéter ahora pero olvidó su dinero de bolsillo, dígale: «¡La próxima vez!»
- Cuando su hijo empuje a su hermana de la silla para que pueda usar la computadora más rápido, diga: «¡Espera!»
5. Señale las acciones insensibles.
Si su hijo está actuando de manera remotamente desconsiderada, ayúdelo a considerar los sentimientos de la otra persona: «¿Cómo crees que se sintió tu amigo cuando le quitaste el dulce de la mano sin preguntar?»
Luego pregunte, “¿Qué puedes hacer para evitar sentirte herido la próxima vez?” Hacer las preguntas correctas puede ayudar a los niños a aprender empatía y cómo sus acciones hirientes están afectando a los demás.
6. Enfócate en dar, no en recibir.
Encuentre oportunidades para que su hijo haga cosas por los demás, como hornear galletas para un vecino enfermo. O busquen una causa juntos para que puedan experimentar el milagro de dar, como llevar juguetes a un hospital infantil.
Cuando se trata de la recepción, establece límites para las cosas materiales y apégate a ellos. Enséñele a su hijo a aceptar regalos practicando respuestas educadas antes del evento: “Gracias. Realmente aprecio eso.»
miguel borbaEdD, es madre, psicóloga de crianza, experta en crianza y autora de «Thrivers: las razones sorprendentes por las que algunos niños luchan y otros brillan» Y «UnSelfie: por qué los niños empáticos tienen éxito en nuestro mundo Eso es todo sobre mí». Síguela en Twitter @micheleborba.
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