La inauguración de Donald Trump como 47 ° presidente de los Estados Unidos coincide con un hito significativo en la relación entre Asia Central y los Estados Unidos: el décimo aniversario del formato C5+1. El apoyo cruzado en los Estados Unidos ha sido durante mucho tiempo la base del compromiso con Asia Central, pero el regreso de Trump como presidente ha despertado un nuevo optimismo con respecto al potencial de relaciones estratégicas más profundas entre los Estados Unidos y la región. Aunque Asia Central puede no ser una de las principales prioridades de política exterior del gobierno de Trump, la región sigue siendo optimista sobre la profundización de su asociación con los Estados Unidos.
En los últimos meses, el interés de los fabricantes de decisiones políticas en los Estados Unidos ha aumentado significativamente en Asia Central. Durante una reciente audiencia del Comité del Senado para las relaciones externas, el senador Steve Daines (R-MT) enfatizó la importancia estratégica de Asia Central y enfatizó la necesidad de «más amigos en Asia Central» después de la deducción de los Estados Unidos de Afganistán. Hizo hincapié en la importancia del formato C5+1, abogó por las mejores relaciones comerciales con la región y pidió el levantamiento de la enmienda anticuada de Jackson Vanik.
Además, los expertos estadounidenses han requerido el refuerzo de las interacciones oficiales, incluida la promoción de la primera visita del presidente de los Estados Unidos en la región, visitas bilaterales por parte de los jefes estatales y gubernamentales de Uzbekistán y Kazajstán en Washington, así como una cooperación más cercana en las áreas de seguridad. , Energía, transporte y minerales críticos. Todo esto indica el potencial de cambios positivos en la política estadounidense hacia Asia Central.
Si bien entramos en una nueva era de la asociación estratégica con los Estados Unidos bajo el gobierno de Trump, hay varias áreas clave en las que se puede mejorar la cooperación.
En primer lugar, Estados Unidos puede profundizar su compromiso con Asia Central a través de un diálogo político de alto riesgo. En un período caracterizado por la incertidumbre global, los países de la región están tratando cada vez más de representar sus intereses en el escenario internacional juntos y coordinar sus esfuerzos para hacer frente a desafíos comunes. Una visita de alto rango de un presidente estadounidense reinante en Uzbekistán y los países vecinos simbolizaría este compromiso y subrayaría la importancia de la región.
En segundo lugar, Estados Unidos también puede beneficiarse del apoyo de proyectos de conectividad. Asia Central, el corazón de la antigua Seidenstrasse, nuevamente se está convirtiendo en una conexión decisiva entre Oriente y Occidente, Norte y Sur. Uzbekistán es en particular pioneros en las iniciativas de conectividad regional, como el desarrollo de la ruta secundaria del corredor medio a través de Turkmenistán y Uzbekistán. Estos proyectos fortalecen las cadenas de suministro y diversifican las rutas de transporte en toda Eurasia.
Otra iniciativa transformadora es la línea ferroviaria de Uzbekistán-Afganistán-Pakistán, que acortará drásticamente los tiempos de entrega de productos de 35 días a solo tres días y reducirá los costos de envío en dos tercios. Con la ruta final (Termez-Naibabad-Logar-Kharlachi) acordó en julio de 2023 y la llegada de los primeros autos de carga en Naibabad en agosto, el proyecto es un hito en la conectividad regional.
La creciente integración de Asia Central en rutas comerciales occidentales, especialmente sobre el corredor medio multimodal, ofrece nuevas oportunidades para el compromiso de los Estados Unidos. El apoyo de tales iniciativas por parte de los Estados Unidos fortalecería la estabilidad regional y abriría nuevas oportunidades comerciales para las empresas estadounidenses.
En tercer lugar, el compromiso económico de los Estados Unidos con Uzbekistán podría implementarse mejor mediante un compromiso más activo con el sector privado, que cataliza una transformación económica sostenible y integral. Juntos, Estados Unidos y Uzbekistán pueden priorizar y desarrollar asociaciones comerciales estratégicas en las que los inversores y los socios dispuestos se comprometan con sectores como innovaciones tecnológicas, comercio digital, minerales críticos, industria agrícola, finanzas, bancos y muchos más. Por ejemplo, la cooperación en minerales críticos y tierras raras podría ayudar a Estados Unidos a diversificar sus cadenas de suministro y fortalecer su defensa, producción y competitividad tecnológica.
Cuarto, Estados Unidos también puede trabajar con los países de Asia Central en iniciativas para combatir el terrorismo, la seguridad fronteriza y la estabilidad regional que se adaptan a sus intereses comunes. La retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán y los conflictos persistentes en el Medio Oriente han aumentado la amenaza de ideologías extremistas y organizaciones terroristas. Los analistas del Instituto Hudson enfatizan que el fortalecimiento de las asociaciones estadounidenses con los países de Asia Central es de crucial importancia para combatir el terrorismo, la protección de la estabilidad regional y la defensa contra las amenazas de Afganistán.
En quinto lugar, Uzbekistán y los Estados Unidos apoyan una economía global abierta y regular. La expansión de la cooperación dentro de las plataformas internacionales como las Naciones Unidas y el marco C5+1 puede conducir a resultados tangibles en áreas como el desarrollo de infraestructura, la energía, la protección del medio ambiente y la adaptación al cambio climático. Mientras Uzbekistán se esfuerza por unirse a la economía global, Taschkent espera ampliar su cooperación con los Estados Unidos cuando se une a la Organización Mundial del Comercio, una prioridad absoluta para el gobierno uzbeko.
Además, la declaración de intención por un monto de $ 1 mil millones por un monto de $ 1 mil millones promete promover la integración económica regional y la prosperidad con la Corporación de Finanzas de Desarrollo de los Estados Unidos en 2021.
En los últimos años, las reuniones de consulta de los jefes de estado de Asia Central se han convertido en una plataforma esencial para promover la cooperación regional en 2018. Las recientes tendencias globales y los desarrollos regionales han abierto nuevas oportunidades para mejorar la cooperación con la región caspia y seguir caminos de crecimiento independientes. La inclusión de azerbaiyanos en estas reuniones desde 2023 subraya la creciente importancia de la cooperación entre Asia Central y el Cáucaso del Sur. El desarrollo conjunto de los corredores de tráfico facilita el comercio, fortalece las relaciones económicas y, por lo tanto, se basa en las bases para un futuro resistente y en red.
El panorama geopolítico cambiante ofrece a los Estados Unidos una oportunidad única para seguir una política exterior más proactiva hacia Asia Central. Al profundizar las asociaciones en las áreas de comercio, las inversiones, la ciencia, la tecnología, la educación y la estructura de la capacidad, así como a través de la participación de instituciones financieras internacionales, Estados Unidos puede apoyar a Asia Central en la construcción de la resistencia y el crecimiento sostenible.
Si bien el gobierno de Trump establece su curso de política exterior, una asociación más fuerte entre Asia Central y los Estados Unidos puede servir como modelo para ambas partes que promueven la estabilidad regional y abren nuevas oportunidades para la cooperación económica y estratégica.