El Primer Ministro Hun Manet, hijo mayor del antiguo líder Hun Sen, asumió el cargo con la promesa de promover la buena gobernanza y hacer de Camboya un país de altos ingresos para 2050. Los críticos dicen que la corrupción, el nepotismo y el autoritarismo frustrarán el legado de Hun Manet de su padre. Hun Sen seguirá siendo una potencia detrás de un gabinete Hun-Manet lleno de descendientes y familiares de los funcionarios salientes que crearon el sistema.