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Es hora de reevaluar el contrato social de Kazajistán. ¿Está el presidente Kassym-Jomart Tokayev a la altura del desafío?
Hay muchas maneras de interpretar Qandy Qantar, que significa «Enero sangriento» en kazajo, una referencia a los disturbios y la violencia de principios de 2022, y la aparente insatisfacción de la población con el estado de la economía política del país. Algunos pueden culpar a la burocracia disfuncional que controla las instituciones estatales y está sumida en el soborno y la corrupción. Otros podrían atribuir la ira pública a la falta de oportunidades económicas derivadas de la economía dependiente de los recursos de Kazajstán, que está bajo el control de élites políticamente conectadas. Otros han señalado la falta de libertades civiles y la capacidad limitada del público para influir en las decisiones políticas. Estas afirmaciones no son mutuamente excluyentes, por supuesto, y han obtenido apoyo público en todo el espectro político.
Una cosa ha quedado clara: los viejos contactos sociales que se desarrollaron bajo el primer presidente de Kazajstán, Nursultan Nazarbayev, ya no satisfacen a la mayoría de la población de Kazajstán. Es hora de reevaluarlo, y la pregunta más importante es si el presidente Kassym-Jomart Tokayev está a la altura del desafío.
La «designación» de Tokaev como presidente en 2019 se produjo después de la renuncia de Nazarbayev, que había estado en el poder durante casi 30 años. El último año de Nazarbayev en el cargo fue tumultuoso, ya que un número creciente de personas protestaron contra el gobierno, consternadas por las condiciones de vida y la marcada desigualdad entre la élite y el público en general. Pero el ascenso al poder de Tokayev no alivió la creciente frustración. El rastreador de protestas de Oxus Society muestra que de las 780 protestas que tuvieron lugar en Kazajstán entre enero de 2018 y diciembre de 2020, todas menos 47 tuvieron lugar después del ascenso de Tokayev a la presidencia en marzo de 2019.
La dinámica social en Kazajstán está cambiando y el régimen de Tokayev ha realizado varios intentos para aliviar esta presión pública. Es importante considerar qué causó que esta situación estallara en enero de 2022 y evaluar si Tokayev puede navegar de manera efectiva en esta confusión.