Una empresa con sede en Singapur está tomando células de especies de mariscos protegidas, amenazadas y en peligro de extinción y cultivándolas en un laboratorio.
A medida que la sobrepesca, la contaminación de los océanos y el cambio climático amenazan los ecosistemas marinos, algunos promocionan los peces y mariscos cultivados en laboratorio como una posible solución a los desafíos de la industria pesquera.
Umami Bioworks, con sede en Singapur, está desarrollando una plataforma para producir productos pesqueros a base de células.
«Buscamos especies que están en peligro, amenazadas o protegidas y que tienen una gran demanda y conciencia entre los consumidores, pero que no pueden cultivarse económicamente fácilmente en granjas», dijo Mihir Pershad, fundador y director ejecutivo de Umami, a CNBC Tech: The Edge.
La empresa ha centrado sus esfuerzos en un puñado de especies, entre ellas la anguila, el atún rojo, el pargo azul, la langosta y el camarón.
Pero a diferencia de otras empresas de alimentos fabricados en laboratorio, el objetivo de Umami no es crear un producto terminado.
“En realidad, nuestro objetivo es vender capacidad de fabricación, ser esencialmente un socio tecnológico. Nuestra plataforma central combina biología de células madre, aprendizaje automático y automatización industrial”, afirmó Pershad.
Umami espera comenzar la comercialización en 2025.
En 2023, la empresa se asoció con la empresa israelí Steakholder Foods para producir el primer filete de pescado cultivado en laboratorio impreso en 3D del mundo y actualmente está trabajando con una empresa de biotecnología de Malasia para traer la primera fábrica de alimentos cultivados a gran escala al sudeste asiático.
Asociaciones como estas serán fundamentales para garantizar la sostenibilidad de la industria acuícola asiática, que representa el 92% de la producción mundial.
Mire el vídeo de arriba para descubrir cómo Umami Bioworks elabora sus productos pesqueros a base de células.