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Marcando el debut como director de cine de Billy Porter, Anything’s Possible es una delicada historia de amor en la escuela secundaria tan desprovista de conflicto que corre el riesgo de dejarlo boquiabierto. Colocar a un adolescente trans en el centro le da algo de poder al material que se habría presentado como un especial extraescolar en una era anterior, pero el mensaje edificante y oportuno no eleva por completo esta película seria pero delgada de Amazon.
La relación clave involucra a Kelsa (Eva Reign), una chica trans que no quiere que ese aspecto de su vida eclipse todo lo demás que la hace única mientras planea ir a la universidad y más allá; y Khal (Aubakr Ali), un chico tímido y simpático con un futuro borroso que todavía se encuentra a sí mismo.
Saltan chispas casi de inmediato cuando los dos comparten una clase juntos, con la pequeña complicación de que la amiga de Kelsa (Courtnee Carter) también está enamorada de él.
Ahí radica el principal problema de la película, ya que todas las complicaciones en el guión de Ximena García Lecuona se sienten relativamente menores y fácilmente dispersas: Khal se preocupa de si su familia lo aprobará; El amigo de Khal (Grant Reynolds) muestra un lado transfóbico; A Kelsa se le dice que Khal «solo sale contigo por los puntos de ‘despertar'»; y un argumento inflado desproporcionadamente y desatando más sentimiento anti-trans.
El hecho de que ambos protagonistas compartan sus pensamientos en línea, esencialmente permitiéndoles turnarse para contar la historia, puede ser emblemático de la época, pero corre el riesgo de jugar como un dispositivo para invadir sus mentes de una manera que de otro modo no lo haría la historia.
En consecuencia, los elementos más memorables tienen poco que ver con el avance de la historia más grande, sino que surgen de la forma natural e incómoda pero dulce en que Kelsa y Khal se conocen, con la autosuficiente Kelsa diciéndole rotundamente: «No te necesito». para salvarme».
Lo mismo ocurre con la relación de Kelsa con su madre (Renée Elise Goldsberry de «Hamilton»), y las referencias de la niña a la «ley de los promedios» implican que la madre no debe insistir en preguntas que no se le harían a ningún otro niño.
Estas escenas apuntan a una película más ambiciosa que nunca estará a la altura de Anything’s Possible, que parece particularmente notable cuando se yuxtapone con programas que cubren un terreno similar como la carrera de Porter en Pose o Euphoria de HBO. Porter transforma el escenario en una carta de amor a su ciudad natal de Pittsburgh, añadiendo al carácter personal de la compañía.
Después de todo, el resultado es así y, en el mejor de los casos, algo bueno. Fiel al título, Anything’s Possible se siente más interesante por la promesa de sus protagonistas que por lo que ofrece la película.
Anything’s Possible se lanza en Amazon el 22 de julio. Tiene clasificación PG-13.