La gente recoge sus pertenencias entre los escombros de una casa después del huracán Rafael en Alquizar, provincia de Artemisa, Cuba, el 7 de noviembre de 2024.
Ubicación de Yamil | afp | Imágenes falsas
Un terremoto de magnitud 6,8 sacudió el este de Cuba el domingo después de semanas de huracanes y cortes de energía que dejaron a muchas personas en la isla tambaleándose.
El epicentro del terremoto estuvo a unas 25 millas (40 kilómetros) al sur de Bartolomé Masó, Cuba, según un informe del Servicio Geológico de Estados Unidos.
El estruendo se sintió en toda la parte oriental de Cuba, incluidas ciudades más grandes como Santiago de Cuba. No hubo informes inmediatos de daños o heridos.
Los habitantes de Santiago, la segunda ciudad más grande de Cuba, quedaron conmocionados el domingo. Yolanda Tabío, de 76 años, dijo que la gente de la ciudad salió a las calles, todavía sentada nerviosamente en las puertas. Dijo que sintió al menos dos réplicas después del terremoto, pero que no había oído hablar de ningún daño por parte de amigos y familiares.
«Había que ver todo moverse, las paredes, todo», dijo a The Associated Press.
El terremoto llega en otro momento difícil para Cuba.
El miércoles, el huracán Rafael, de categoría 3, azotó el oeste de Cuba, con fuertes vientos que dejaron sin electricidad en toda la isla, destruyeron cientos de hogares y obligaron a evacuar a cientos de miles de personas. Días después, gran parte de la isla seguía sin electricidad.
Semanas antes, en octubre, la isla también sufrió un doble golpe. Primero, hubo cortes de energía que duraron un día en toda la isla debido a la crisis energética de la isla. Poco después, fue azotada por un fuerte huracán que azotó la parte oriental de la isla, matando al menos a seis personas.
Los cortes de energía y el descontento general de muchas personas que luchan por sobrevivir han provocado pequeñas protestas en toda la isla.