Un disidente de 35 años, que cumplía una condena de prisión por usar camisetas que comparaban al líder chino Xi Jinping con Hitler, huyó en una audaz fuga marítima de 300 kilómetros (185 millas) hasta Corea del Sur en moto acuática. El activista de etnia coreana se presentó en el puerto de Incheon, Corea del Sur, alegando que había entrado ilegalmente al país para evitar la persecución política y la vigilancia de las autoridades chinas. El vuelo se produjo mientras Beijing ha estado lidiando con un éxodo masivo de personas que abandonan China en los últimos meses.