![¿Qué es el Internet de los cuerpos?](https://image.cnbcfm.com/api/v1/image/107422026-Thumbnail_Explains_Internet_of_Bodies_V1_Clean.jpg?v=1717084220&w=750&h=422&vtcrop=y)
La próxima generación de “Internet de los cuerpos” (IOB) podría acercar más que nunca los dispositivos técnicos y el cuerpo humano.
La académica y autora Andrea M. Matwyshyn, quien acuñó el término en 2016, lo describe como “una red de cuerpos humanos cuya integridad y funcionalidad depende, al menos en parte, de Internet y tecnologías relacionadas, como la inteligencia artificial”.
Según la firma de investigación de mercado Mordor Intelligence, solo el mercado global de dispositivos médicos conectados tendrá un valor de alrededor de 66 mil millones de dólares en 2024 y se espera que alcance un valor de más de 132 mil millones de dólares en 2029.
Matwyshyn ha identificado tres categorías de IOB según el nivel de integración de un dispositivo.
La primera categoría es externa. Las tecnologías de primera generación como los relojes inteligentes o los anillos se han convertido en medios habituales para seguir nuestros pasos o frecuencia cardíaca. Las gafas inteligentes, que pueden funcionar como cámaras, auriculares o monitores, son otro ejemplo de los primeros dispositivos IOB.
La segunda generación es interna. Son dispositivos que tomas o que te implantan. Piense en marcapasos con implantes digitales, prótesis inteligentes que están conectadas a los nervios y músculos de los pacientes, o incluso píldoras digitales que transmiten datos médicos después de tragarlas.
Finalmente está la tercera generación. Estos dispositivos se fusionan completamente con el cuerpo mientras mantienen una conexión en tiempo real con un dispositivo externo e Internet.
Una de las empresas más conocidas en este espacio es Neuralink de Elon Musk, que está desarrollando una interfaz cerebro-computadora (BCI) llamada «The Link». El chip del tamaño de una moneda se implanta debajo del cráneo, donde puede leer las señales cerebrales de una persona y permitirle controlar una máquina externa.
Si bien los partidarios del IOB están entusiasmados con los avances que podría aportar, particularmente en la atención médica, muchos, incluida Matwyshyn en su publicación original, tienen preocupaciones sobre la privacidad y las cuestiones éticas.
“A medida que los bits y los cuerpos se fusionen y la carne humana se vincule permanentemente al hardware, el software y los algoritmos, IOB pondrá a prueba nuestras normas y valores como sociedad”, escribió.
«En particular, desafiará las nociones de autonomía y autogobierno humanos».