Un tribunal de apelaciones de Pakistán absolvió el lunes al ex primer ministro Imran Khan de los cargos de filtración de secretos de Estado, dijo su abogado. Sin embargo, el popular líder de la oposición permanecerá tras las rejas mientras cumple múltiples condenas de prisión y espera una serie de casos pendientes en su contra.
Khan fue declarado culpable de traición en enero y sentenciado a 10 años de prisión. La razón de esto fue un incidente conocido popularmente como el “Asunto Cipher”. Fue acusado de revelar secretos de Estado al agitar un documento confidencial en una protesta.
El gobierno no ha hecho público el documento, pero se cree que se trata de correspondencia diplomática entre el embajador de Pakistán en Washington y el Ministerio de Asuntos Exteriores en Islamabad.
Khan afirmó que el documento era prueba de que estaba siendo amenazado y que su destitución mediante un voto de censura en abril de 2022 fue una conspiración estadounidense supuestamente llevada a cabo por el ejército y el gobierno paquistaní. Los funcionarios estadounidenses y paquistaníes han negado esa afirmación.
Khan, una ex estrella del cricket convertida en político islamista que se desempeñó como primer ministro desde 2018 hasta su derrocamiento, sigue siendo una figura popular de la oposición.
El Tribunal Superior de Islamabad no hizo más comentarios sobre la absolución del lunes. En su orden pide que se anule el veredicto de enero, pero los fiscales pueden apelar la absolución.
“Será puesto en libertad inmediatamente a menos que sea detenido por otros motivos”, concluye la decisión.
Uno de los abogados de Khan, Intazar Hussain Panjutha, acogió con satisfacción el veredicto y dijo que la fiscalía no había podido probar su caso ante el tribunal.
Aunque se trata de una victoria, nada cambia para Khan, ya que seguirá tras las rejas. Fue declarado culpable de cuatro cargos y está a la espera de un nuevo juicio. Desde su caída se han presentado más de 150 demandas en su contra.
El año pasado, estallaron manifestaciones violentas en Pakistán tras su arresto, y desde entonces el gobierno ha tomado duras medidas contra sus seguidores y su partido. El partido político de Khan, el Pakistan Tehreek-e-Insaf (PTI), enfrentó importantes obstáculos en las elecciones generales de febrero de 2024. Entre otras cosas, la despojaron de su símbolo del bate de críquet y no se le permitió realizar mítines políticos. A pesar de esto, los candidatos afiliados al PTI obtuvieron más escaños que cualquier otro partido. Sin embargo, el partido de Khan no logró alcanzar la mayoría y se encontró fuera de la eventual coalición gobernante de Pakistán.