Taiwán se encuentra en el epicentro de tensiones geopolíticas y conflictos militares globales. Desde que el presidente Lai Ching-te asumió el cargo, Taiwán ha enfrentado cada vez más provocaciones militares y operaciones en zonas grises por parte de la vecina China, lo que subraya la necesidad urgente de una estrategia de defensa sólida. En esta situación crítica, el nombramiento por parte de Lai de Wellington Koo, un destacado abogado de derechos humanos, como ministro de Defensa fue una decisión significativa y sin precedentes. Koo es el primer civil sin antecedentes militares al que se le ha confiado este papel desde las reformas militares de Taiwán en 2000 que apuntaban a nacionalizar las fuerzas armadas.
El antiguo liderazgo de Koo en Taiwán Fundación para la Reforma Judicial (JRF) A principios de agosto, la JRF obtuvo reconocimiento internacional en la Reunión Anual de la American Bar Association (ABA) en Chicago, un evento que reúne a expertos legales de todo Estados Unidos. La JRF recibió el prestigioso Premio Instituciones de Justicia en el World Justice Challenge 2024 para la organización Defensa jurídica gratuita para participantes del Movimiento Girasol 2014 – una estrategia implementada bajo el liderazgo de Koo.
Este fue el primer intento de Taiwán de participar en lo que a veces se denomina la «Copa Mundial» de la comunidad jurídica. En particular, el proceso de registro del JRF presentó desafíos importantes ya que Taiwán ni siquiera figuraba como país en los formularios en línea. Esto es indicativo de las mayores dificultades que enfrenta Taiwán para participar en organizaciones internacionales y hace que el premio sea aún más notable.
El 6 de agosto, la ABA fue un paso más allá y aprobó Resolución 700que promueva la integración de Taiwán al sistema internacional. Esta resolución apoya las acciones del gobierno de los Estados Unidos para integrar a Taiwán en las instituciones globales y es consistente con la Ley TAIPEI y la Ley de Resiliencia Mejorada de Taiwán.
La aprobación de esta resolución es un logro significativo y refleja el compromiso de décadas del Colegio de Abogados de Taiwán, del cual Koo fue presidente. Estos esfuerzos fueron cruciales para desafiar la adhesión de larga data de la comunidad jurídica internacional a la política de Una China, que ha marginado a Taiwán desde que la administración Carter normalizó las relaciones con la República Popular China en 1978.
Wellington Koo es sin duda uno de los abogados de derechos humanos más influyentes de Taiwán. Pero ¿por qué es la mejor opción para fortalecer la capacidad de defensa de Taiwán?
Para entender este nombramiento, hay que considerar el contexto histórico de Taiwán. Antes de 1987, Taiwán estuvo bajo la ley marcial durante 38 años, durante los cuales el ejército operó como una entidad separada de la sociedad. A los soldados se les inculcó la lealtad a un partido político y la idea de unificación con China, lo que los convirtió en instrumentos de opresión contra el pueblo taiwanés.
Este legado ha dejado una desconfianza profundamente arraigada hacia el ejército entre la población taiwanesa, lo que ha desalentado a los jóvenes a alistarse y ha creado una división entre las fuerzas armadas y la sociedad. Este trasfondo histórico es clave para comprender por qué Taiwán está teniendo tantas dificultades para reclutar personas para su ejército, a pesar de su talento tecnológico y su juventud con conciencia social.
Taiwán tiene amplios recursos de defensa y armas modernas, pero lo que realmente necesita es un sistema de defensa que esté estrechamente integrado en la sociedad civil. El ejército debe convertirse en un lugar donde los jóvenes más capaces e idealistas estén dispuestos a servir. Durante demasiado tiempo, el ejército de Taiwán se ha basado en un estilo de liderazgo autoritario en el que los soldados y suboficiales de menor rango tenían poca voz en las decisiones. El entrenamiento se centró en ejercicios ceremoniales más que en tácticas que utilizaran tecnología moderna o coordinación con fuerzas extranjeras. Estas deficiencias han hecho que el ejército sea poco atractivo para los jóvenes de Taiwán, que ven el servicio como una pérdida de tiempo.
Desde que asumió el cargo, Koo ha implementado reformas inmediatas como Eliminación de prácticas obsoletas como el paso de ganso y el combate con bayonetas.. Estos cambios fueron impopulares entre los oficiales superiores, pero fueron bien recibidos por las bases. El 7 de agosto, Lai anunció la adopción del Ley de protección de los derechos humanos en el ejército.una reforma significativa impulsada por Koo que garantiza los derechos humanos básicos de cada soldado.
El compromiso de Koo con los derechos humanos, ejemplificado por la movilización de más de 400 abogados voluntarios durante el Movimiento Girasol para brindar asistencia legal contra la represión gubernamental, lo ha convertido en un símbolo de resistencia a la opresión autoritaria y un guardián de los derechos humanos. Su credibilidad e influencia podrían inspirar a una nueva generación a apoyar y colaborar con los militares.
Conocí a Koo en persona por primera vez en 1996, cuando era estudiante de primer año de derecho y trabajaba como voluntaria en la recién fundada JRF. Koo, que rondaba los 30 años, era un joven defensor activo de la organización. Junto con generaciones de jóvenes abogados, luchamos contra las sentencias de muerte injustas, pedimos la abolición de la pena de muerte, impulsamos reformas de la justicia militar y protestamos por la represión de China en el Tíbet, Xinjiang y Hong Kong, todo ello mientras apoyamos a los abogados chinos de derechos humanos.
Koo no sólo era un abogado brillante sino también un mentor de mente abierta muy respetado por los jóvenes. Recuerdo vívidamente una recaudación de fondos en la que se vistió como Elsa de Frozen. Este recuerdo todavía me hace reír. Nunca imaginé que algún día se convertiría en ministro de Defensa de Taiwán.
A medida que se intensifica la amenaza militar de China, el mundo observa de cerca cómo Taiwán fortalece sus defensas. La seguridad de Taiwán depende no sólo de su propia resiliencia, sino también de la formación y el mantenimiento de alianzas internacionales sólidas. Con sus extensas redes legales internacionales y su sólida reputación, Koo está en una posición única para obtener apoyo global para la defensa de Taiwán.
El nombramiento de un abogado de derechos humanos como ministro de Defensa es una medida audaz y estratégica que subraya la necesidad de un liderazgo que pueda construir un ejército moderno y resiliente que sea consistente con los valores del país y apoyado por su pueblo. Este cambio reconoce el papel de Taiwán como actor responsable en la defensa de los derechos humanos y el orden legal internacionales, especialmente ahora que China emerge cada vez más como un disruptor. Creo que es por eso que Taiwán necesita un abogado de derechos humanos como ministro de Defensa.