Vietnam dio a conocer recientemente su estrategia nacional de desarrollo de la industria de semiconductores, expresando su objetivo de construir un sector de semiconductores sólido para 2030. Esto es parte del plan nacional más amplio del país para convertirse en un actor importante en la industria de alta tecnología. Si bien la estrategia implica desarrollar gradualmente la experiencia local e integrar a Vietnam en las fases de ensamblaje, empaquetado y prueba (APT) de la cadena de valor de los semiconductores, también señala el objetivo a largo plazo del país de convertirse en un centro líder mundial en semiconductores. Esta estrategia también está en línea con el objetivo más amplio de Vietnam de desarrollar su industria electrónica y mejorar sus capacidades de inteligencia artificial (IA).
Mientras Vietnam depende de su reserva de talentos y del sector electrónico local para emerger como el próximo refugio seguro para la cadena de valor global, el éxito depende de cómo el país maneja los vientos geopolíticos en contra y capitaliza sus fortalezas geoeconómicas.
Hacerse un hueco en una región altamente competitiva
Las ambiciones de Vietnam en el sector de los semiconductores llegan en un momento en que la industria global está saturada y es altamente competitiva, y rivales regionales como Malasia han estado presentes en la APT de semiconductores durante décadas. Sin embargo, Hanoi ofrece algunas ventajas.
El primero de ellos es el alto grado de coherencia y previsibilidad que proporciona el entorno político interno de Vietnam. A diferencia de algunos de sus competidores regionales, Vietnam no es propenso a cambios repentinos de política ni a agitaciones políticas. Dado que las políticas nacionales tienden a transmitirse y promoverse entre generaciones de líderes, el riesgo de una perturbación política importante se reduce en primer lugar. Esta estabilidad es una ventaja decisiva para las empresas extranjeras que quieran comprometerse a largo plazo con las industrias de semiconductores y tecnología de Vietnam.
En segundo lugar, la población joven de Vietnam y su gran reserva de talentos representan una fuerte ventaja económica, ya que los principales centros de semiconductores, como Estados Unidos y Corea del Sur, anticipan una escasez masiva de mano de obra para 2030. Las inversiones planificadas en la reserva de talentos convertirían a Vietnam en el próximo exportador neto de talentos asiáticos si se toma en cuenta la brecha del mercado laboral global. Con una gran reserva de trabajadores calificados, Vietnam tiene el potencial de ascender en la cadena de valor (desde APT hasta el diseño de chips, desde la creación de prototipos hasta la investigación básica) y convertir al país en el próximo centro de conocimiento.
Finalmente, la neutralidad estratégica de Vietnam y las cálidas relaciones diplomáticas con actores clave en la industria global de semiconductores contribuyen a su atractivo como ubicación líder en semiconductores. Esto permite a Hanoi gestionar cuidadosamente los riesgos geopolíticos y al mismo tiempo evitar ponerse del lado de las principales superpotencias, lo que le permite hacer negocios con todas las partes. Las asociaciones estratégicas integrales que Vietnam ha firmado han sentado las bases para una cooperación empresarial más profunda, como lo demuestra el creciente número de acuerdos comerciales, p. La mayor inversión de B. Amkor en su plan APT en Bac Ninh, la capacitación en diseño de chips brindada por Cadence y Synopsys en Da Nang y la expansión de las actividades de diseño de Marvell indican una mayor inversión en actividades de I+D en el país. El uso de tales formas de diplomacia económica ayudará a Vietnam a posicionarse estratégicamente en la carrera global de semiconductores y mitigar las desventajas de llegar tarde al juego.
Posibles desafíos
Sin embargo, unas buenas relaciones diplomáticas no significan que Vietnam pueda actuar sin la precaución necesaria. Existen numerosos obstáculos geopolíticos potenciales, el más importante de los cuales es la relación de Vietnam con Estados Unidos y China. La creciente presión para elegir bando podría hacer que el acto de equilibrio de Vietnam en su intento de adquirir el conocimiento y las habilidades necesarios para ascender en la cadena de valor de los semiconductores sea objeto de un escrutinio cada vez mayor.
Incluso cuando Vietnam ingresa a la carrera global, hay otros países que ya están compitiendo y aplicando estrategias similares. India es un centro de talento clave y países como Malasia e Indonesia tienen una ventaja en la atracción de inversión extranjera. Vietnam corre el riesgo de perder impulso si no logra capitalizar sus mayores ventajas comparativas y acelerar el ritmo.
La entrada de Vietnam en la cadena de suministro de APT también llega en un momento en que existe una creciente demanda global de cumplimiento de estándares de sostenibilidad. A medida que la industria de los semiconductores se ve sometida a un escrutinio cada vez mayor debido a sus elevadas emisiones de carbono y su elevado consumo de agua, Hanoi también está trabajando para adaptar la infraestructura existente para equilibrar el cumplimiento de sus objetivos climáticos de la ONU y la ampliación de su presencia en la industria mundial de los semiconductores.
Diploma
Al aprovechar su estabilidad política, sus ventajas demográficas y sus relaciones diplomáticas equilibradas, Vietnam tiene el potencial de emerger como un actor importante en la cadena de valor global de los semiconductores. Sin embargo, el éxito depende de la capacidad de Vietnam para gestionar las tensiones geopolíticas, abordar los desafíos ambientales e invertir en su fuerza laboral e infraestructura.
Si Vietnam puede superar con éxito estos desafíos y capitalizar sus ventajas competitivas, estará bien posicionado para beneficiarse de los cambios en curso en las cadenas de suministro globales.