El 27 de agosto registró 13 submarinos con la Organización Marítima Internacional (OMI), por primera vez. un dia despues todas las inscripciones retiradas.
El breve registro por parte de Corea del Norte y la posterior eliminación de 13 submarinos del registro de la OMI ha provocado una importante preocupación y debate internacional. Este fugaz pero fascinante episodio arroja luz sobre las maniobras estratégicas de Pyongyang y las implicaciones más amplias para la seguridad regional y las normas marítimas internacionales.
Cuando Corea del Norte tomó la medida sin precedentes de registrar 13 submarinos en la OMI, enumeró tres tipos de submarinos: once submarinos de clase Sang-O Il, un submarino de clase Sinpo (el 8.24, Yongung) y, más notablemente, el Sinpo- El héroe de clase C, Kim Kun Ok, que, según se informa, es capaz de transportar misiles nucleares.
La medida fue sorprendente porque Corea del Norte históricamente había mantenido en secreto sus capacidades militares, particularmente su programa nuclear. Algunos interpretaron el registro como un posible paso hacia una mayor transparencia, aunque fue una medida desconcertante dado el manejo habitual de Pyongyang de sus activos militares.
Pero apenas un día después, estos submarinos fueron retirados abruptamente del Sistema Global Integrado de Información de Transporte Marítimo (GISIS) de la OMI. Esta retirada repentina provocó una especulación generalizada sobre las intenciones de Corea del Norte. Algunos analistas sugirieron que el registro pudo haber sido un error o un movimiento estratégico para provocar una reacción de la comunidad internacional. La rápida retirada podría indicar que Corea del Norte había logrado su objetivo, ya fuera probando reacciones internacionales, reuniendo inteligencia o afirmando su presencia en el escenario mundial.
Las acciones de Corea del Norte también podrían reflejar una estrategia más amplia para señalar su progreso naval sin comprometerse con una transparencia total. Al registrar temporalmente sus submarinos, Pyongyang podría haber querido demostrar sus crecientes capacidades militares, en particular en el ámbito de los misiles balísticos lanzados desde submarinos (SLBM). Sin embargo, su posterior retirada del registro indica un deseo de mantener la ambigüedad estratégica y mantener a la comunidad internacional en la ignorancia sobre sus verdaderas intenciones.
Las consecuencias de este incidente para la seguridad regional son significativas. La flota de submarinos de Corea del Norte, particularmente aquellos capaces de disparar SLBM, es una parte crucial de su disuasión nuclear. El Hero Kim Gun Ok, que se encontraba entre los submarinos registrados, representa una mejora significativa en las capacidades navales de Corea del Norte y podría cambiar el equilibrio estratégico en el este de Asia. Este hecho supone una amenaza directa a la seguridad de países como Corea del Sur y Japón, que se encuentran dentro del alcance de estos submarinos.
Además, el registro de estos submarinos puede haber sido un precursor de operaciones navales más ofensivas por parte de Corea del Norte, como un aumento de patrullas en aguas internacionales o incluso visitas a puertos de países amigos. Este sería un cambio significativo en la estrategia naval de Corea del Norte, desde una postura tradicionalmente defensiva centrada en la defensa costera a un papel más ofensivo y potencialmente ofensivo en la región.
Sin embargo, la rápida retirada del registro de la OMI deja abierta la cuestión de si Corea del Norte realmente tiene la intención de tomar tales medidas o si se trata simplemente de una finta táctica. La falta de claridad sobre las intenciones de Pyongyang está exacerbando las ya elevadas tensiones en la región y complicando los esfuerzos de los países vecinos y de la comunidad internacional para evaluar y responder a amenazas potenciales.
Este incidente también plantea cuestiones importantes sobre la integridad de las normas marítimas internacionales y el papel de la OMI en su aplicación. La OMI es crucial para garantizar la seguridad marítima y la protección del medio ambiente mediante la regulación de las actividades marítimas. Normalmente, los buques militares, particularmente aquellos capaces de transportar armas nucleares, no están registrados en la OMI, lo que hace que la decisión inicial de Corea del Norte sea muy inusual.
Al cumplir temporalmente con las regulaciones de la OMI, Corea del Norte puede haber buscado legitimar sus fuerzas navales en el escenario mundial. Sin embargo, la retirada posterior socava este gesto, ya que indica una falta de compromiso con las normas internacionales y plantea dudas sobre la eficacia de la supervisión de la OMI en tales casos. El incidente pone de relieve los desafíos que enfrenta la OMI al tratar con estados que operan fuera de los límites de las normas internacionales establecidas, particularmente cuando esos estados tienen capacidades militares significativas.
Más allá de las preocupaciones inmediatas sobre la seguridad regional y las normas marítimas, el incidente tiene implicaciones geopolíticas más amplias. Refleja los continuos esfuerzos de Corea del Norte por desafiar el status quo y afirmar su posición en el escenario mundial. Al coquetear brevemente con el registro de sus submarinos, pero luego retirarlos, Corea del Norte puede estar intentando hacerse un lugar dentro del sistema internacional, aunque en sus propios términos.
La medida también complica los esfuerzos diplomáticos destinados a frenar las ambiciones nucleares de Pyongyang. El breve registro podría interpretarse como una señal de que Corea del Norte está abierta a la cooperación con instituciones internacionales, pero la rápida retirada sugiere que dicha cooperación se realizará en los términos de Pyongyang. Esto agrava la dificultad de negociar con Corea del Norte, cuyas acciones a menudo están rodeadas de misterio y ambigüedad estratégica.
El reciente incidente que involucró a los submarinos de Corea del Norte y la OMI subraya la naturaleza impredecible y a menudo provocativa de las estrategias militares de Pyongyang. El breve registro y posterior retiro de sus submarinos subraya los desafíos que enfrenta la comunidad internacional al tratar con Corea del Norte, particularmente para garantizar la transparencia y el cumplimiento de las normas globales.
Mientras Corea del Norte continúa ampliando sus capacidades militares, en particular su flota de submarinos, la comunidad internacional debe permanecer alerta y preparada para nuevas provocaciones.