CNN
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Las autoridades suecas aprobaron una protesta para quemar la Torá y la Biblia frente a la embajada de Israel en Estocolmo, informó el viernes la estación de radio nacional de Suecia.
Una persona que solicitó celebrar una reunión pública para quemar los libros sagrados el sábado recibió permiso, dijo la radio Sveriges.
El Congreso Judío Europeo (EJC) dijo en un comunicado de prensa el viernes que «condenaba enérgicamente» la decisión de las autoridades suecas.
“Actos provocativos, racistas, antisemitas y repugnantes como estos no tienen cabida en ninguna sociedad civilizada”, dijo el presidente de EJC, Ariel Muzicant, en el comunicado.
«Pisar los sentimientos religiosos y culturales más profundos de las personas es la expresión más clara posible para enviar un mensaje de que las minorías no son bienvenidas y no son respetadas», añadió Muzicant.
«Estas acciones, basadas en argumentos retorcidos y endebles de la libertad de expresión, son una vergüenza para Suecia y cualquier gobierno democrático que se precie debería evitarlas».
El presidente israelí, Isaac Herzog, también condenó la decisión de las autoridades suecas.
“Condeno enérgicamente el permiso dado en Suecia para quemar libros sagrados. Como presidente de Israel, he condenado la quema del Corán, sagrado para los musulmanes de todo el mundo, y me rompe el corazón ahora que el mismo destino le espera a la Biblia judía, el libro eterno del pueblo judío”, tuiteó Herzog.
A fines de junio, un hombre quemó una copia del libro sagrado del Islam frente a una mezquita en la capital sueca, lo que provocó violentas protestas frente a la embajada sueca en Bagdad.
La decisión de permitir esta protesta se tomó de acuerdo con el derecho a la libertad de expresión, dijo en ese momento la policía sueca.
Una autorización policial obtenida por CNN el mes pasado indicó que “los riesgos de seguridad y las consecuencias asociadas con la quema del Corán no son de naturaleza como para formar la base de una decisión de rechazar una moción para una asamblea general bajo la ley aplicable”.
La aprobación de la manifestación de junio indicó que la quema del Corán «significa un mayor riesgo de un ataque terrorista» y «también puede tener consecuencias para la política exterior».
Sin embargo, continuó diciendo que «los problemas de seguridad solo pueden servir como base para rechazar una junta general si están claramente relacionados con la reunión prevista o su vecindad inmediata».