En un desarrollo inesperado, India emitió un memorándum a Pakistán en enero para enmendar el Acuerdo de Aguas del Indo de 1960. Para los políticos paquistaníes, la medida india tiene como objetivo amenazar a Pakistán con cambios unilaterales en el tratado si Islamabad no se adapta a los intereses y proyectos de Nueva Delhi sobre el Indo y sus afluentes.
El enfoque indio es muy problemático y podría conducir a confrontaciones y repercusiones a largo plazo tanto para India como para Pakistán.
El Tratado del Agua del Indo asigna ríos occidentales (Indo, Jhelum, Chenab) a Pakistán y ríos orientales (Ravi, Beas, Sutlej) a India. El acuerdo mediado por el Banco Mundial es considerado uno de los grandes éxitos de la diplomacia del agua a nivel mundial. No solo ha sobrevivido con éxito a innumerables batallas mayores y menores entre India y Pakistán, sino que también se ha convertido en un símbolo de cooperación entre los dos países.
Sin embargo, esto ya no puede ser el caso. India parece haber decidido que el Tratado del Agua del Indo es una nueva herramienta para presionar a Pakistán.
En noviembre de 2016, el primer ministro Narendra Modi habló de no permitir ni una gota de agua de los ríos del este en Pakistán. Los proyectos planeados por la India en los ríos oriental y occidental han levantado sospechas en Pakistán de que Nueva Delhi ya no cumple con el tratado.
La reciente decisión de India de pedirle a Pakistán que renegocie el acuerdo es una indicación de que India parece dispuesta a llegar tan lejos como para poner fin al papel del Banco Mundial como árbitro y mediador en el acuerdo.
Si India se retira unilateralmente del acuerdo, quizás porque ya no sirve a sus intereses, Pakistán se verá obligado a adoptar una postura hostil similar. Por ejemplo, Pakistán podría aumentar el despliegue a lo largo de la Línea de Control (LoC) y en otros lugares, incluido Afganistán. En particular, el desarrollo podría cerrar permanentemente la puerta a las negociaciones entre los dos países.
Pakistán parece no tener más remedio que mantener intacto el Tratado de Aguas del Indo. Nueva Delhi necesita entender que el acuerdo del agua es el salvavidas de Pakistán y que el fin del acuerdo de décadas de statu quo podría frenar una nueva ola de inestabilidad en la región.
En el pasado, India consideró usar el tratado para presionar a Pakistán. Si el movimiento tiene como objetivo un objetivo similar, nuevamente resultará contraproducente.
Los ejemplos recientes muestran que las conversaciones entre los dos países pueden funcionar si ambas partes se comprometen. Por ejemplo, en febrero de 2021, Pakistán e India volvieron a comprometerse con el acuerdo de alto el fuego de 2003 en la LoC, acordando mutuamente abordar los «problemas centrales» que podrían socavar la paz y la estabilidad. Este acuerdo ya ha durado casi dos años y probablemente se mantenga en los próximos meses, ya que ambas partes se benefician.
Durante algún tiempo, India no ha tenido la oportunidad de hacer acusaciones de terrorismo transfronterizo desde Pakistán, ya que es probable que el problema sea inexistente.
Según los informes, el ex jefe del ejército de Pakistán, el general Qamar Javed Bajwa, presionó por un acercamiento con la India, particularmente durante su segundo mandato. Según se informa, fue parte de ese esfuerzo lo que llevó a que el exdirector general de Inter-Services Intelligence (DG-ISI), el teniente general Faiz Hameed, y el asesor de seguridad nacional de la India, Ajit Doval, se reunieran en 2021 para discutir la visita de Modi a Pakistán y el Reapertura de relaciones bilaterales para discutir act.
Sin embargo, la visita no se llevó a cabo. Durante el mandato de Bajwa como jefe del ejército, India disparó accidentalmente un misil contra Pakistán, un error masivo cometido encomiablemente por ambos países dadas las conversaciones que se estaban llevando a cabo entre bastidores.
La conclusión clave aquí es que todo esto funcionó mientras Pakistán e India seguían siendo enemigos declarados y continuaban siendo abiertamente hostiles.
Muchos en Islamabad creen que las amenazas de India contra el Acuerdo del Agua del Indo tienen como objetivo mejorar las posibilidades de elección de Modi a medida que el país se acerca a las elecciones generales. En el pasado, el Partido Bhartiya Janata (BJP) de Modi ha recurrido a una retórica similar para brillar en las elecciones. Esta lógica política sugiere que Pakistán debería esperar una retórica más cargada de Modi sobre temas como el Tratado del Agua del Indo en los próximos meses.
Si bien Modi siente que es necesario recurrir a una retórica tan problemática por motivos electorales, Pakistán no debería morder el anzuelo. Islamabad debería evitar recurrir a una dureza similar hacia la India.
Más importante aún, ambos países no deberían poner fin a las conversaciones secundarias que tuvieron lugar hace meses. Para que el diálogo funcione, los canales de comunicación deben mantenerse abiertos, lo que actualmente no es el caso. Es hora de que ambos países se basen en el diálogo integral que tuvo lugar hace algún tiempo, en lugar de hacer esfuerzos para destruir la confianza que puede haberse desarrollado como resultado de estos esfuerzos recientes.